sábado, 31 de octubre de 2009

Se largó el diluvio










¿River ganó? ¡Sí señor lector!, no se da cuenta que desde el jueves está diluviando en Capital y Provincia ¿Por qué cree que es? ¿Por cuestiones netamente meteorológicas? ¡No! nada que ver. Esta lluvia torrencial que comenzó el jueves (el viernes paró), y no se sabe cuanto durará, fue porque el conjunto "Millonario" logró la victoria de visitante, frente a Argentinos Juniors por 2-1, y cortó una racha de 17 partidos sin ganar fuera del "Monumental" (Rosario Central en el Gigante de Arroyito, el 15/02/09).
El "Negro" Astrada planteó una defensa con tres en el fondo, con Almeyda como líbero, ya que Villagra estaba suspendido, y le dio una nueva oportunidad a Fabbiani como titular, por el lesionado Gallardo. El "Ogro" tuvo que salir reemplazado por Mauro Díaz a los veinte minutos del primer tiempo, a raíz de un codazo que le propinó Andrés Scotti, más fuerte que si se lo hubiera dado el "Increible Hulk" ¡Qúe mala suerte "Ogro", no te sale una!.
Al minuto de juego, el delantero de Argentinos, Ismael Sosa, reventó el travesaño del arco de Vega y parecía que venía la goleada ¡Gracias Dios por desviar esa pelota!. Minutos más tarde Ortega desperdició dos chances de gol consecutivas, mano a mano sólo con el arquero, pégandole muy mal a esa belleza redonda, la cual eran íntimos amigos, pero ultimamente se llevan peor que Riquelme y Palermo ¿Qué te pasa "Burrito" estás nervioso?.
Iban 29 minutos, Ortega recordó un poquito el que alguna vez fue y le metió un pase exquisito a Buonanotte para que éste definiera , de zurda, a la cueva ¡Al fin la metiste "Enano"! y River lograba algo que parecía imposible, ganar. Hacía unos minutos ya había empezado a llover, pero igualmente nadie esperaba ese gol. Así termino el primer tiempo, sin sobresaltos y con la hinchada visitante delirando al compás de la lluvia y creyendo que lo imposible podía convertirse en realidad.
Al comienzo del segundo tiempo todos se preguntaban como iba a responder River frente a la victoria parcial que mantenía hasta el momento, ya que las últimas veces que empezaó ganando (especialmente contra Boca) le terminaron empatando, o muchas veces ganando, debido a que el equipo se tiraba muy atrás. Pero el conjunto de Astrada siguió con la misma filosofía que en la primera etapa, presionar y salir de contraataque.
Argentinos tenía mucho tiempo la pelota pero casi ni generaba situaciones claras de gol. Las únicas dos o tres ocasiones de peligro que tuvo, se encontró con la pared Vega (a esta altura para los rivales es un muro, mejor dicho, "El muro de los lamentos", sino preguntenle a Cappa y Borghi), que no permitió que el "Bicho" empatara.
A los 25 minutos Astrada decide sacar al "Enano", que ya estaba sin nafta, por Mauro Rosales que no había jugado un minuto en todo el torneo debido a una grave lesión. Había mucha incertidumbre en los hinchas respecto al estado físico de "Speedy" (estaba más desaparecido que Yabrán), ya que no jugaba desde el 16/05/09 en la derrota 4-0 frente a Huracán. Pero nueve minutos más tarde, a los 34, se despejaron todas las dudas. La situación fue idéntica al primer gol, pero con otros interpretes y del otro arco: Mauro Díaz le mete un pase (no tanto como el del "Burrito") genial a su tocayo Rosales, y éste define igual que el "Enano", de zurda y a la cueva, allá, donde no llegan ni los ratones. Y lo festejó con lágrimas, mirando al cielo, que lloraba junto a él, y agradeciendole a Dios por esta nueva oportunidad que le da la vida (no la metía desde el 12/03/08 ante Universidad Católica, por la Libertadores).
El partido estaba dominado, ganando 2-0 y sin grandes sobresaltos. Pero River, fiel a su estilo (en los últimos tiempos), no podía ganar sin sufrir. Argentinos, que hasta ese momento no hacía nada, de repente, se convirtió en un temible monstruo. Generó tres situaciones en diez minutos. La primera fue un cabezazo de Scotti que Vega sacó por arriba del travesaño. La segunda, un disparo de afuera del área de Gustavo Oberman (ex River) que, nuevamente, despejó el arquero "Millonario". Y la tercera, a los 44 minutos, el penal convertido por Ortigoza tras una mano inexistente de Almeyda que el árbitro cobró. Beligoy ¿que viste?. Argentinos descontó a través del volante central, que desde los doce pasos tiene cien por ciento de efectividad (12/12),, faltando tres minutos para la finalización del partido y los recuerdos horrorosos volvieron a las mentes de cada jugador e hincha riverplatense. Fueron los tres minutos finales de un condenado a muerte. Finalmente no pasó nada, el juez señaló el final del encuentro y River ganó luego de nueve fechas.
Los hinchas durante gran parte del partido cantaron el clásico hit que se entona siempre que llueve: "Esta lluvia de m..... no quiere parar, si no para, que quilombo se va a armar". Si tiene que llover para que River gane, entonces yo canto: "Esta lluvia divina no quiere parar, que no pare, que no pare nunca más"

lunes, 26 de octubre de 2009

Tuve un dejavú


Al igual que el primer superclásico del año, disputado en "La bombonera", River y Boca empataron uno a uno con goles de dos viejos conocidos, Marcelo Gallardo y Martín Palermo. Fue un calco: Mismos autores de los goles, de la misma forma (el del "millonario" de tiro libre, el de los "xeneizes" de afuera del área), pésima actuación del árbitro, Pompei y Laverni respectivamente, pero cambiaron dos cosas: En aquél encuentro los que sufrimos y empatamos de suerte fuimos nosotros, ayer ellos ¿o me vas a decir que estabas tranquilo bostero?. Y la otra gran diferencia fue el escenario y el ambiente. Ayer, en el "Monumental" fue una fiesta, en aquella oportunidad, cerca del Riachuelo, una heladera más fría que Riquelme.


Sin delantero de área, River fue ampliamente superior a su rival durante todo el primer tiempo y mereció irse al descanso con más de un gol de diferencia ¡Abelairas sos más zurdo que el Ché Guevara!. Boca salió muy asustado y la única que tuvo en la etapa inicial fue un disparo de media distancia de Ariel Rosada que pasó muy lejos del arco de Vega. En cambio la "banda" arrancó con todo, y ya a los seis minutos tuvo la primera: Buonannotte le mete un pase genial a Domingo, y éste le pega muy cerca del palo de Abbondanzieri ¡Ay nene si entraba esa!. Luego, el partido estaba trabadisimo en la mitad de la cancha y nadie llegaba con claridad al arco contrario, hasta que a los 25 minutos el "enano" baja el balón ¡Dos veces! con la mano dentro del área a lo Fillol ¿es arquero o volante éste muchacho?, el árbitro no lo ve, y posteriormente el lateral izquierdo rival, Monzó, se lo lleva puesto al chiquitín de voz aflautada, como un camión a un triciclo, y Laverni cobra ¡Penal!. En ese momento muchos hinchas riverplatenses que estaban en la cancha, siguiendo el partido por televisión, o con la radio pegada al oído, miraron al cielo y le suplicaron a Dios que esa pelota entrara. Gallardo va a patear desde los doce pasos pero Ortega embaladisimo le pide que por favor se lo deje patear a él. El "muñeco" generoso como siempre (ya le había dejado por voluntad propia la camiseta con el número diez en la pretemporada) se lo cede. Ariel toma infima carrera, le pega más suave que una brisa de verano al palo izquierdo del arquero, y el "Pato" se adelantó como un auto de Fórmula uno, ¡Line-man como no vas a ver eso!, y tapó el penal como en sus mejores épocas (hace mucho). Con los antecedentes que tiene este equipo y como se llegaba al derby, todos creían (me incluyo), que era la única chance clara que iba a tener River para convertir, pero no fue así. Tres minutos después de la masita del "Burrito", nueva falta a Bounannotte y el juez cobra tiro libre. Abelairas se para frente a la pelota junto a Gallardo y el "muñeco" le dice al zurdo que se tiene fe para pegarle como en el primer superclásico. Los múltiples recuerdos de la gente eran inevitables ¿como no volver a imaginarse gritando otra vez como en "La bombonera"?. Mismo ejecutor, distancia casi igual e idéntico deseo: que ese balón entrara como sea, como aquel 19 de abril. Y así fue, ese derechazo delicioso se clavó al ángulo del "Pato" (a partir de ahora ve un muñeco y llora) como si el tiempo no hubiese pasado, como si el Mesías se reencarnara en él, cuyo grito de agradecimiento se escuchó en todo el país, "Muñeeeeco, muñeeeeeco".
Era algo inesperado, River ganaba y dominaba el partido. Almeyda lo seguía a Riquelme hasta su casa y no lo dejó hacer nada. Cabral y Sánchez estaban pegados con Poxiran al enmascarado Palermo (igualito a Darth Vader) y éste no pateó una vez al arco en todo el primer tiempo. Y el "millonario" se dió el lujo de tener una más antes de que finalizara la etapa inicial. Ferrari se corrió toda la cancha, llegó en posición de nueve, asistió a Abelairas y éste le pegó al palo más cercano del arquero ¡Cruzala! que alcanzó a desviarla al córner. Laverni pita el final
Debido a la actuación que había mantenido el equipo, los hinchas convirtieron un sueño en una oportunidad imposible de desaprovechar, se podía ganar. Sin embargo, el equipo salió a jugar el segundo tiempo con mucho miedo. Los jugadores se metieron atrás (parecían todos arqueros), pasamos de ser un equipo grande a imitar a Chacarita, con todo respeto, y Boca se adueñó de la pelota pero no llegaba nunca. En cima a los siete minutos Villagra le pega una patada como Bruce Lee a Nicolás Gaitán y es merecidamente expulsado ¡Por favor denle 50 fechas de suspensión así no juega por un largo rato!. En ese instante se empezó a complicar la situación. Por suerte, tres minutos después de ese lamentable suceso, el "Burrito" Ortega se disfrazó de Al Pacino y simuló, como si lo hubiesen acribillado, que el defensor Cáceres (ex River) le pegó un manotazo en la cara, cuando simplemente le había rozado el escudo de la camiseta, lo cual derivó en la roja al paraguayo. ¡Burrito, sin lugar a dudas, merecés el Oscar!. Todo River respiró aliviado, ya que ahora había diez hombres por lado y no era tanta la diferencia. Inmediatamente, Astrada, saca a a Gallardo (tenía un profundo hematoma en la pierna izquierda) y mete a Coronel, para pasar a jugar con tres en el fondo.
Boca tenía constantemente la pelota pero no llegaba con claridad al arco de Vega. Hasta que a los 18 minutos Riquelme mete un taco magistral para Palermo, y éste, que ya no tenía la máscara pero igualmente sigue siendo nuestra pesadilla, le pegó pifiado entre cuatro defensores y empató el partido. Con una mano en el corazón Loco ¿le quisiste pegar así?. Mmmmmm.
Automáticamente, aparecieron los fantasmas por cada rincón del estadio. River seguía sin agarrar la pelota y Boca avanzaba con todo. A los 32 minutos ingresa Fabbiani por Ortega. El cambio fue por dos motivos: primero porque el "Burrito" tuvo una tarde para el olvido y estaba muy cansado, y la otra razón fue para intentar ser más ofensivos y tener más tiempo la pelota. El "Negro" le dijo al "Ogro": "Ahora entrás y la metés". Nada de eso ocurrió y Fabbiani no tocó una pelota, desaprovechó la última oportunidad que tenía para reivindicarse con la hinchada al desfraudar una vez más y firmó su, definitiva, sentencia de muerte. Ogro andá haciendote la idea que te quedan dos meses de vida nada más, al igual que muchos de tus lamentables compañeros.
Cuatro minutos más tarde del ingreso de Fabbiani, el "Pitu" Abelairas tuvo la victoria en su zurda. Quedó sólo frente a Abbondanzieri (se quedó estático), definió cruzado con su pierna más hábil y la pelota pegó en el ¡Paaalo!. Pasaron diez minutos y el partido terminó igualado en uno. Nosotros nos fuimos desolados, ellos, una vez más, festejaron el empate. Boca, con la suerte que tenés vas al casino y ganás millones seguro.
Antes del partido, Charly García, estuvo en el campo de juego, alzó la camiseta de Ortega mostrandola a toda la hinchada local que lo aplaudió y ovacionó. Como dice el estribillo del último tema de éste gran cantautor argentino, Bostero, "Deberías saber porqué"...no te ganamos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Se cayó un ídolo

Éste cuento que van a leer a continuación es ficción. Es una tragicomedia, escrita por mi, que cuenta, en forma muy exagerada, los sentimientos y las acciones de un país cien por cien futbolero, si Argentina no hubiese clasificado al Mundial. Espero que les guste y lo disfruten



Lluvia torrencial durante todo el día, nadie quiere salir de su casa, es horario laboral, pero inesperadamente millones de ciudadanos argentinos se encuentran en el aeropuerto de Ezeiza esperando el arribo del avión que traerá a la selección desde Montevideo que está previsto alrededor de las once de la mañana, pero no para felicitar y ovacionar a los jugadores y cuerpo técnico, sino insultarlos y hostigarlos por haberse quedado afuera del mundial.
Transcurría el minuto 91. Abreu cabecea en el área, la pelota le queda a Heinze que intenta salir jugando en vez de revolearla, Forlán se la roba y convierte el gol del empate para Uruguay (para la selección de Maradona convirtió Mascherano), que ya se había quedado afuera de Sudáfrica tras perder contra Ecuador en Quito, y ahora eliminó a Argentina que había perdido con Perú en el Monumental y necesitaba ganar obligatoriamente para asegurarse el repechaje sin depender de nadie, ya que Venezuela perdió los dos partidos y sólo restaba por jugarse el partido entre Colombia (viene de empatar con Chile) y Paraguay en Asunción, que en caso de ganar los “cafeteros” jugaban el repechaje. Y ganó de manera abultada por 4-0.
Una vez que los jugadores del medio local junto con Maradona aterrizaron en Ezeiza, los millones de argentinos que estaban esperándolos, comenzaron a insultarlos y arrojarles objetos de todo tipo. Sin dar declaraciones, cada jugador y el técnico se subieron a sus respectivos autos y se fueron cada uno a sus casas.
Una caravana infinita siguió a Maradona hasta su casa, que apenas llegó se metió adentro su mansión. Los hinchas que lo (per)siguieron furiosos y con lágrimas en los ojos, gritaban sin cesar exigiendo que el D.T salga a decir algo. Alrededor de las 18, Maradona finalmente salió. Mientras daba su discurso, un BMW con vidrios polarizados estaciona al frente de su casa, un señor mayor con traje, muy elegante, se baja de el y se acerca al tumulto. En ese instante, Diego, con su soberbia habitual, estaba diciendo a las personas: “No jodan más, tengo contrato hasta el 2011 y no pienso renunciar”.
Inmediatamente el hombre del auto importado saca un arma y le pega un tiro en la cabeza a Maradona, provocándole la muerte instántanea. Los hinchas se retiran contentos por lo sucedido. El único que se queda junto al cádaver es el autor del homicidio, que esperó que se fueran todos para dejar una nota junto al cuerpo que decía “Me cagaste el negocio. Firma Don Julio”.

lunes, 19 de octubre de 2009

SúperVega


Gracias al arquero "Millonario", Daniel Vega, que volvió a la titularidad luego de cuatro fechas del campeonato más el partido por la Copa Sudamericana contra Lanús, River sumó su primer punto de visitante (derrotas con Banfield, Rosario Central, San Lorenzo e Independiente) en el torneo en Parque Patricios frente al complicado Huracán de Ángel Cappa.
Si había alguna duda de que el "Indio" debía recuperar su lugar en el arco Riverplatense, ayer terminó de despejarlas debido a su brillante actuación, y le demostró al técnico del "Globo" que tiene las manos bien puestas (Cappa, el toneo pasado después de ganarle cuatro a cero a River, el torneo pasado, había tildado a Vega de "sin manos"). ¿Te dolieron las manos de la figura del partido Ángel?. Parece que si, y no precisamente porque te haya pegado el arquero
El uno de la "banda"ayer tapó todo lo que le tiraron y fue el principal responsable de que el partido terminara cero a cero. Le atajjó tres remates-misiles al ex River Patricio Toranzo, que quiso ser uno más de los que buscan (y consiguen) vengarse de Aguilar y Cia por haberse ido mal del club (es el caso número 500), pero no lo logró.. En otra jugada, Bolatti intentó repetir su papel de heroe de hacía cuatro días en Montevideo (metió el gol de la victoria ante Uruguay), y de un goll hecho pasó a no serlo porque otra vez aparecieron las enormes manos de Vega. La mejor pelota que sacó el arquero fue una bomba de Alan Sánchez que el "Indio" desvió tras una volada sensacional como el "Pato" Fillol en sus mejores épocas.
Ástrada se la jugó poniendo a Vega por Nicolás Navarro, ya que el arquero ahora suplente, atajó muy mal frente a Independiente (tuvo responsabilidad en los tres goles), pero venía teniendo continuidad, ya que venía con una seguidilla de cinco partidos consecutivos siendo titular. Otro cambio que experimentó ayer el "negro" y le salió bien, fue el de poner a Nicolás Domingo (relegado por Gorosito) como volante central y correr a Matias Almeyda a la zaga central, debido a que Gustavo Cabral y Maximiliano Coronel estaban suspendidos. El "Pelado" jugó un partidazo en una posición poco usual para el. Corrió, metió, trabó y hasta se vistió de arquero cuando le sacó un cabezazo (no se sabe con que parte del cuerpo) en la línea a Alan Sánchez. ¿Deberían volver los desastrosos Cabral y Coronel el próximo domingo?.
Un aspecto que mejoró mucho River en este partido fue el ofensivo. Sin un nueve de área clásico, ya que Fabbiani fue suplente y no entró ni un minuto, con Gallardo y Ortega muy erráticos, el que se cargó el ataque al hombro fue Buonannotte. El enano, que juega como Maradona en el 86 pero define peor que Bou, tuvo cinco oportunidades de gol claras y las desperdició todas gracias a la gran actuación del arquero de Huracán, Monzón.
El próximo domingo, 25 de octubre, a las 16:15, se juega el superclásico en el "Monumental". River suma seis puntos en el torneo y no gana hace siete fechas (4-3 a Chacarita de local en la segunda fecha). Boca llega mejor animicamente, ya que tiene catorce puntos y viene de tres victorias al hilo. Va a ser muy dificil ganar, pero con Súper Vega en este nivel, la ilusión puede hacerce realidad.

jueves, 15 de octubre de 2009

Sáquenla de adentro



¡La bronca que tenés Diego por Dios!. Vos tenés que sacarte de adentro todo ese odio acumulado y esa soberbia que te caracterizó siempre, y no el Señor Pasman lo que le dijiste que tenía dentro de él. En tu rol de D.T no voy a criticarte porque me parece que le haces muy bien a la selección, más allá de todo, y que esos periodistas que te criticaron (y lo siguen haciendo) duramente, en ocho meses, cuando se dispute la Copa del Mundo, y logres algo importante como yo creo que va a suceder, van a chuparte todo lo que mencionaste en esa conferencia de prensa. Pero, ¿Hacía falta hacer esas declaraciones después de haberte clasificado al Mundial? ¿No se supone que tendrías que estar contento y no furioso?Así como admiro muchas cosas de vos, es mi función como periodista criticarte (siempre objetivamente). ¿A mi también me vas a pedir que la chupe? Te aclaro, por el momento no me gusta.Diego, vos que sos una persona adinerada y que viajaste por muchos países, sabrás perfectamente que en cualquier lugar del mundo relacionan a este hermoso país con tu honorable y (¿prestigioso?) apellido. Vas a Estados Unidos y cuando te preguntan de qué país sos y contestas Argentina, ellos te dicen “Argentina-Maradona”. Ahora gracias a tus agradables declaraciones seguramente nos dirán “Argentina-Chupénla”. ¡Vergonzoso!.Además de todas esas groserías inoportunas y desubicadas que dijiste, también te hiciste el Pep Guardiola (entrenador del Barcelona y uno de los más importantes del mundo en la actualidad, a mi criterio) diciendo que “estos jugadores te consagraron como técnico”. Clasificamos cuartos agónicamente, Uruguay nos bailó todo el partido, los peruanos casi nos dejan sin Mundial ¡Gracias de nuevo San Martín!, Messi juega peor que Fabbiani, dependemos hasta la última fecha, para ir a Sudáfrica, de un D.T que se encargó de hacernos fracasar categóricamente en el 2002 (Bielsa, que habla mejor que el rey Juan Carlos) ¿eso es la consagración?



De Maradona, dentro de todo, esas declaraciones y “desahogo” no sorprenden tanto, pero de usted Bilardo, me dejó estupefacto. Un hombre de su talla, con su larga (¿y gloriosa?) trayectoria dedicándole el triunfo, en el festejo en la cancha, a microfono abierto (muy poca gente vio esto), a “todos estos putos que hablan giladas” ¿no lo habrá dicho para fingir ante el mundo que con Diego ahora son como Carozo y Narizota?.


Aunque muchos no lo quieran, y hasta lo odien, el mayor ejemplo, dentro y fuera de la cancha, de esta selección con falta de líderes, es Juan Sebastián Verón, que sin dudas debe ser el primero en sacar el pasaje a Sudáfrica. Adentro, porque con 35 años demuestra partido tras partido que lo del 2002 quedó en el pasado y corre más que Usaín Bolt, traba más que Redondo en sus mejores épocas, mete pases exquisitos y se multiplica por diez por cien y hasta por mil, molestando siempre al rival. Este hombre que muchos todavía le guardan rencor, transpira la camiseta como nadie y merece reemplazar a Russel Crowe si llega a salir la segunda parte de esa película tan famosa que ganó tantos oscar: Gladiador. La “bruja” sería Gladiador 2. Afuera también demostró ser un líder. Humilde y con los pies sobre la tierra dijo que “una clasificación al Mundial no se festeja y que desde Grondona hasta los jugadores deben replantearse cosas para no ir a hacer papelones a Sudáfrica”.
Diego y Bilardo deberían seguir los consejos de Verón, unir fuerzas, hablar seriamente, para que todos en ocho meses podamos volver a cantar “Volveremos, volveremos…”.


martes, 13 de octubre de 2009

El Dios de la lluvia

Antes de que lean esta nota quiero decirles a todos los señores/as lectores/as que el señor que ven abajo en las fotos, me cerró la boca muchas veces. Como todos saben, juega en Boca y metió goles en los superclásicos hasta en una pierna y generando mi odio infinito. Pero a pesar de que este blog es de River, esta nota no podía dejar de escribirla porque éste hombre es un ejemplo de vida que nos (me incluyo) sorprende día a día. Shapó Loco.




¡Mire mire que locura, mire mire que emoción, sáquense la camiseta, désenla a Palermo que juega mejor! ¡Si! Señoras y señores, el Guinness-man del fútbol argentino, desafió a la lluvia, metió el gol agónico frente a los de la 1-11-14 y logró algo que ningún jugador del mundo consiguió: Hizo llorar nada más y nada menos que a Diego Armando Maradona. Un crack.
Minuto 92. Los peruanos, que ya estaban eliminados del Mundial, festejaban el agónico empate frente a un seleccionado que en monedas vale mucho, pero en sentimiento es más frío que el Iceberg que hundió al Titanic. ¿Acaso Messi no tendría que defender los colores de España? Sacando al galgo Gutiérrez, a Mascherano, que a pesar del grave error que cometió en el uno a uno sigue siendo un “león”, y el “pipita” Higuaín que demostró que de francés no tiene ni la uña del dedo meñique, los demás dejaron (ya hace tiempo lo vienen haciendo) mucho que desear.
Cuando parecía que el pasaje para Sudáfrica era sólo para ir de visita, apareció él. El interminable, el inmortal Martín en medio de una lluvia torrencial, para empujarla y hacer delirar a todo un pueblo (sí señor lector, a hinchas de River también), que hasta ese momento, ardía en llamas.
El mismo que hacía una semana ingresó al libro Guinness por meter un gol de cabeza desde ¡42 metros!, el sábado hizo llorar (y mucho) a Maradona.
Contra Uruguay se sentará otra vez en el banco de suplentes. Frente a Perú fue el Dios de la lluvia. En “La batalla de Montevideo”. ¿Será el Dios de la guerra?

sábado, 10 de octubre de 2009

Futuro negro


Luego de la renuncia de Gorosito a la dirección técnica de River, el “Negro” Astrada, el jugador que más titulos logró con la casaca riverplatense, demostró tener las agallas suficientes y aceptó ser el nuevo D.T de un equipo que está a quince puntos de la promoción y sólo una grúa de 2500 toneladas puede levantarles la “moral” a los jugadores. Parece que Leo va a tener que engordar mucho para lograr ese peso.
Los candidatos a asumir eran Ramón Díaz y Astrada. El riojano no tuvo mayoría entre los candidatos a presidentes (las elecciones serán en diciembre de este año), ya que el único que lo quería fervorosamente era Antonio Caselli. Por el contrario, el ”negro” era el elegido por la actual comisión directiva y por los demás candidatos presidenciales, a excepción de Caselli.
La única condición que puso Astrada para asumir, fue que le hagan un contrato hasta diciembre del 2010. Y así fue, firmó por quince meses, el miércoles pasado asumió y éste lunes se enfrentará a nuestros grandes nietos de Avellaneda, Independiente, que hace trece años no logran derrotarnos en el “Monomental”.
Tras su renuncia en el 2005, el “negro” tiene un desafío muy grande, lograr la clasificación a la Copa Libertadores del año próximo. Éste objetivo no es nada fácil, ya que River se encuentra a diez puntos del, hasta el momento, último clasificado al torneo americano más importante a nivel clubes (Newells), y el nivel futbolístico del conjunto millonario es cada vez peor.
Al asumir, en la conferencia de prensa Leo dijo: “Necesitamos resultados inmediatos”. Que así sea